Bolivia se sube a la digitalización financiera: cripto, tokenización y una nueva infraestructura para invertir

La modernización del sistema financiero boliviano dejó de ser una aspiración para convertirse en un proceso en marcha. Impulsada por una nueva normativa del Banco Central que habilita operaciones con activos virtuales a través de plataformas autorizadas, Bolivia empieza a construir una infraestructura capaz de conectar el ahorro local con instrumentos financieros más seguros, trazables y eficientes. En ese contexto, tecnologías como blockchain y la tokenización de activos comienzan a jugar un rol central.

Este viraje hacia la digitalización fue uno de los ejes destacados durante las Jornadas Bursátiles 2025, organizadas por la Bolsa Boliviana de Valores (BBV), donde se discutieron temas como el financiamiento alternativo, los mercados de carbono y, sobre todo, la tokenización como vehículo para democratizar el acceso al mercado de capitales.

“Bolivia está dando pasos importantes hacia la modernización de su mercado de capitales, y la tokenización se presenta como una herramienta clave para ampliar el acceso al financiamiento, digitalizar activos y construir confianza en el sistema”, explicó, durante su participación en el evento, Camila Castro, Business Directora de Koibanx, fintech que este año está celebrando sus 10 años como empresa líder en tokenización de activos en América Latina impulsando la transformación digital del sector financiero. Desde 2024 viene brindando en Bolivia servicios y soluciones enfocadas en digitalizar activos, reducir costos operativos y permitir nuevas formas de inversión, junto a desarrollos Web3.

El potencial de la tokenización

La tokenización permite representar activos físicos o intangibles en una red blockchain, fraccionarlos y negociarlos de manera segura en mercados secundarios. Bonos, fideicomisos, garantías, commodities o propiedades pueden digitalizarse y así ganar liquidez, transparencia y trazabilidad. Según la consultora Fortune Business Insights el mercado global de tokenización se valoró en USD 3.320 millones durante en 2024, y se proyecta que alcance los USD 12.830 millones en 2032.

En este sentido, durante el reciente evento desarrollado en Bolivia se hizo hincapié, además, en los beneficios que aporta la tecnología: no solo reduce las barreras de entrada para los inversores, sino que también habilita mecanismos de financiamiento más accesibles para las empresas, especialmente en un país donde las restricciones cambiarias y la informalidad financiera aún representan desafíos estructurales.

Andrea Morales, Directora de Innovación de la BBV, aseguró en la apertura del encuentro que la modernización del mercado de valores boliviano ya no es una opción: es una necesidad estratégica, “si queremos impulsar el desarrollo económico del país. La tokenización, los mercados alternativos y las soluciones digitales son herramientas que nos permiten construir un sistema más inclusivo y eficiente” afirmó.

Infraestructura para el futuro

Con experiencia en mercados como Argentina y otros países de la región donde ya se está trabajando con activos tokenizados, Koibanx busca replicar casos de uso concretos en Bolivia, desarrollando plataformas que permitan emitir y gestionar activos digitales con seguridad y eficiencia. Entre sus soluciones destacan fideicomisos tokenizados, emisión de valores digitales, garantías financieras trazables y fondos de inversión nativos en blockchain.

La clave para que este ecosistema florezca está en el desarrollo de una infraestructura regulada que articule actores públicos y privados. La apertura del Banco Central, el respaldo de la BBV y la llegada de empresas tecnológicas con know-how regional marcan un punto de inflexión para el país.

Bolivia encara una nueva etapa donde la innovación tecnológica ya no es un complemento, sino una condición necesaria para la evolución del sistema financiero. Con una regulación que empieza a adaptarse a los tiempos y fintech aportando infraestructura y experiencia, el país se posiciona para integrar la digitalización como motor de inclusión, eficiencia y crecimiento económico.