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El secretario general de la ONU, António Guterres, lanzó un llamado urgente a la acción en la apertura de la Conferencia de las Partes sobre Biodiversidad (COP16) en Cali, Valle del Cauca. En su mensaje, Guterres subrayó que el manejo global de la biodiversidad está lejos de cumplir con los objetivos establecidos y exhortó a los líderes mundiales a tomar medidas concretas para revertir el deterioro ambiental.
Guterres destacó que el Marco Mundial para la Biodiversidad, aprobado en la COP15 de Kunming-Montreal, ofrece una hoja de ruta para restaurar la relación entre la humanidad y los ecosistemas del planeta. Sin embargo, recalcó que los avances hasta el momento han sido insuficientes: “No vamos por el buen camino”, expresó. “Nuestra tarea en esta COP es pasar de las palabras a los hechos”.
El secretario general de la ONU insistió en que el bienestar humano está profundamente vinculado a la salud del planeta. Señaló que la destrucción de la naturaleza tiene efectos devastadores no solo en el medio ambiente, sino también en la estabilidad social y económica.
En este sentido, Guterres advirtió que el colapso de los servicios que la naturaleza ofrece, como la polinización o el suministro de agua limpia, tendría un impacto económico catastrófico, estimado en billones de dólares anuales. “Los más pobres serían los más afectados”, subrayó, recordando que los países más vulnerables dependen en gran medida de estos recursos naturales para subsistir.
António Guterres enfatizó que los países deben desarrollar “planes claros” que alineen sus acciones nacionales con estos objetivos. Es crucial que los gobiernos cumplan con sus compromisos financieros, especialmente aquellos que apoyan a los países en desarrollo. “Debemos salir de Cali con inversiones significativas en el Fondo Mundial para la Biodiversidad y con el compromiso de movilizar otras fuentes de financiación pública y privada”, dijo Guterres, instando a las naciones más ricas a redoblar sus esfuerzos.
Otro punto significativo que abordó fue la necesidad de una mayor responsabilidad por parte de quienes se benefician de los recursos naturales. Guterres subrayó que estos actores tienen la obligación de contribuir activamente a la protección y restauración de la biodiversidad. Además, insistió en que los países en desarrollo, que son a menudo los más explotados en términos de recursos, deben recibir un trato justo y apoyo adecuado.
António Guterres puso un enfoque particular en el tema del ‘ADN digitalizado’, que es utilizado en investigaciones científicas y contribuye al crecimiento económico, pero de cuyos beneficios los países en desarrollo no siempre participan de manera justa. “Los países en desarrollo no se benefician equitativamente de estos avances, a pesar de albergar una riqueza extraordinaria”, destacó.
El secretario general de la ONU instó a que los debates en Cali logren materializar el mecanismo acordado previamente para garantizar que, cuando se compartan recursos genéticos, también se compartan los beneficios de manera justa. “Debe implicar a toda la sociedad como la COP de la gente, y debe reforzar el papel de los pueblos indígenas y las comunidades locales”, señaló.
Finalmente, Guterres elogió el papel de los pueblos indígenas como los verdaderos guardianes de la biodiversidad. Precisó la importancia de incorporar sus conocimientos ancestrales en las estrategias globales para la conservación del medio ambiente. “Su conocimiento y custodia deben estar en el centro de la acción sobre biodiversidad a todos los niveles”, concluyó.
A lo largo de las sesiones que se llevarán a cabo hasta el 1 de noviembre, se espera que los delegados discutan y acuerden mecanismos de financiación y justicia en el acceso y uso de los recursos genéticos, con el objetivo de cumplir con las metas trazadas en el Marco Mundial para la Biodiversidad y asegurar un futuro más sostenible para el planeta.