El IME potencia las habilidades y el liderazgo de casi 8.000 mujeres

 

Xiomara Zambrana Hoyos es directora asociada del Instituto de la Mujer & Empresa (IME), y explica el trabajo que realiza en los casi tres años que lleva en esta entidad que ya ha capacitado a casi 8.000 mujeres en innovación y liderazgo. Xiomara cuenta todo el proceso por el que atraviesan las emprendedoras, sus dificultades y la oportunidad que tienen de aprender a liderar un negocio. El IME el 25 de octubre cumplirá seis años y se ha convertido en un espacio importante para las mujeres con ideas innovadoras que buscan asesoramiento y oportunidades para emprender.

Hasta el año pasado el IME había capacitado a más de 6.000 mujeres en innovación y liderazgo, ¿cómo se explica esta cifra en cinco años de trabajo?

Son más de 6.000 mujeres y estamos rumbo a las 8.000, ya que han sido capacitadas a través de diferentes talleres y programas que tienen que ver con trabajar en habilidades blandas y habilidades duras, que son distintas las unas a las otras porque en las habilidades duras buscás acompañar de manera técnica, es decir a través de conocimiento para sus emprendimientos, tanto del área legal como del área de marketing, del área digital. Y, en cambio, en las habilidades blandas acompañás en potenciar el talento y las habilidades que ellas tienen en cuanto al liderazgo transformacional, que tiene que ver con creencias limitantes, cambio de mentalidad, potenciar ciertas habilidades que ellas tienen también para manejar a sus equipos o para empezar a emprender.

Estas 6.000 mujeres no solamente lideran emprendimientos, sino también en algunos casos son parte de sistemas y de empresas. Es decir, son mujeres que están dentro de sus áreas de trabajo buscando ascender y buscando seguir su carrera profesional. Si bien el IME trabaja y se enfoca mucho en la emprendedora, también hay mujeres que no necesariamente quieren emprender, pero sí quieren llegar a puestos y cargos altos; porque en Bolivia y a nivel mundial, hay un muy bajo porcentaje de mujeres que lideran cargos altos de gerencias y de presidencias. Estas 6.000 mujeres pertenecen no solamente a emprendimientos, empresas constituidas o a ideas de negocio, sino también a mujeres que están buscando una comunidad como el IME para potenciar sus habilidades y su liderazgo femenino en la era digital.

¿En qué consisten las capacitaciones para las habilidades blandas y habilidades duras?

En realidad hay un amplio espectro al ser el IME una unidad descentralizada y que nace en el seno de la Unifranz. Tenemos por supuesto acceso a educación de calidad y a poder contar con expertos internacionales y nacionales que estén liderando temas en tendencia para el emprendimiento y la empresa en Bolivia. Estos temas tienen que ver desde metodologías ágiles o metodologías que se utilizan para poder pensar fuera de la caja, si es que estás pensando en hacer un negocio y todavía no ves cuál es la oportunidad del mercado.

Son programas y cursos de corta duración. El programa más largo que tenemos es el de incubación que son cuatro meses. Entrás con una idea de negocio y salís con un modelo mínimo viable de tu producto, de tu servicio sabiendo si esa idea va a poder caminar por  sí misma o no, si hay un mercado o no es el momento de esa idea para que no invirtás tu tiempo y tus recursos en vano, y si vas a fracasar lo hagás más rápido para que podás pasar a la siguiente idea de negocio o tomés las decisiones que necesitás.

Trabajamos mucho con lo que se llama mentoring  y coaching a medida o personalizado para cada emprendedora, en donde ellas pueden sacar una hora a la semana para recibir una guía de un mentor o una mentora, en el área en la que ellas necesitan o donde tienen falencias.

¿Y esas capacitaciones son virtuales o presenciales?

Eso es virtual y presencial, y depende de dónde se encuentra la emprendedora. Estamos en Santa Cruz, pero también estamos en Cochabamba, en La Paz y en El Alto. La idea es que sea un acompañamiento integral en cual podamos trabajar con diferentes tipos de emprendedoras.

¿Existe algún tipo de requisitos para las mujeres que tengan ideas y que quieran ser asesoradas por el IME?

Nosotros funcionamos en la búsqueda de proyectos y fondos para poder subvencionar y que las mujeres puedan acceder de manera gratuita, y también ofrecemos una membresía anual que tiene un costo simbólico son 350 bolivianos, donde ellas puedan acceder a todos los beneficios de ser Socia IME. Y también ofrecemos becas para que ellas puedan entrar de manera gratuita para poder ser parte de la institución, entonces tenemos diferentes modalidades.

Cuando abrimos los programas, de acuerdo al perfil de la emprendedora, tenemos una serie de requisitos. Por ejemplo, si se trata de emprendedoras que ya tienen pequeños y medianos emprendimientos, que son las  Pymes, deberían tener un negocio que esté en una etapa temprana, que tenga un año de vida. En algunos casos dependiendo el programa debe tener NIT, porque estamos buscando que se aceleren y que crezcan y como se sabe la única forma de crecer y acceder al mercado es siendo formal.

Los emprendimientos que más hay son los pequeños y medianos. Son muy pocos los emprendimientos ya consolidados. Muchas de las instituciones y de las empresas se están abocando a trabajar mucho más con un mercado mucho más grande. Nosotros trabajamos con diferentes etapas porque nos interesa que las que están arriba puedan ayudar a las que vienen de más abajo, y esa es la diferencia de encontrar una comunidad de mujeres donde nos podemos ayudar las unas a las otras, y podemos crear estas redes de contacto tan importantes a la hora de hacer negocio.

¿Cómo funcionan las incubadoras?

La incubación empieza con una idea y lo que se hace es probar si esa idea va a nacer a la vida y va a poder salir. Entonces se empieza con la idea de negocio y se hace un recorrido sobre esa base. Es decir, probar si hay mercado a través de  sondeos y estudios de mercado, que ya podés hacer respecto a quién es tu prospecto de cliente o quién va a ser tu potencial cliente. Y vas probando y vas planificando paso a paso, y vas sondeando con datos, si es viable o no. Hacés una proyección también económica financiera, un flujo para saber que si te va muy bien dentro de cuántos años va a retornar ese capital que estás invirtiendo.

Entonces ese flujo financiero que es importante y que no todas las emprendedoras, como están solitas, no saben todo lo que tiene que ver en el negocio, porque aparte del flujo hay que ver la parte comercial, cómo es que se va a vender; son como que varias áreas. Eso lo hacés acompañado de asesores, de un equipo que te van creando esa idea de negocio con su modelo, con todas sus aristas, cómo se va a financiar, quiénes van a hacer sus beneficiarios, cuál es la propuesta de valor de tu producto o servicio, qué de diferente hay en esto. Todo eso se prueba y salís ya con un resumen ejecutivo que le podés presentar a cualquier financiador, inversor o socio que estés buscando.

Muchos emprendimientos en Bolivia se saltan esa etapa y es por eso que también hay una tasa de mortalidad de emprendimientos muy alta, porque algunos entran directamente a la etapa de aceleración, que es la siguiente a la incubación, es cuando ya tenés tu negocio, ya estás vendiendo, ya pasaste la peor parte y ya llegaste por lo menos a un punto de equilibrio y podés acelerar para crecer más rápido. Lo que tardarías en 20 años lo podás hacer en tres o en cuatro y para eso entrás a otra instancia donde tenés otro entrenamiento de cuatro meses en donde se acelera. En Bolivia se saltan esa etapa y los que aceleran finalmente no están listos porque no pasaron por etapas previas.

¿Cómo se identifica el potencial de una idea?

Esto se construye con el emprendedor o la emprendedora y tiene que haber sí o sí un problema a resolver. Lo que vea que no hay es una oportunidad para el emprendedor, que nadie más está atendiendo o que por último todo el mundo está atendiendo, pero venís a resolverlo de una manera diferente, innovando. Para eso hay que hacer un ejercicio interno. Ver cuál es realmente el propósito de lo que estoy haciendo y qué estoy resolviendo o qué oportunidad hay, qué otra cosa estoy viendo que no están siendo atendidas de la manera en la que yo estoy proponiendo.

Es como entrenar al cerebro, que siempre está en una zona de confort, a pensar en otras formas de innovar o de solucionar algo. Si se investiga y se lo hace con metodologías ágiles para que no te tardés un año en eso y lo hagás de manera rápida, entonces para eso necesitás metodología y por supuesto necesitás planeación, que son como que los primeros elementos importantes a la hora de saber si tu idea de negocio es viable o no.

¿Cuán difícil es para una mujer en Bolivia emprender, empezar con una idea y desarrollar esa idea para hacer una empresa?

Hasta la fecha hemos incubado 84 emprendimientos. Este año estamos sacando nuestro segundo estudio del perfil de la mujer emprendedora en Bolivia. No hay data en la cual las instituciones de soporte se apalanquen y eso es súper necesario en cualquier ámbito.

Ahorita lo que se está haciendo es un mapeo para identificar no solamente los obstáculos, sino también las soluciones que están ofreciendo el ecosistema de otras instituciones que también están trabajando en lo mismo. Entonces, por supuesto es difícil. De hecho para un varón emprendedor es difícil, entonces para una mujer es aún más difícil porque estamos en desventaja.

Y eso es porque una mujer posiblemente es madre, tiene hijos, dedica tareas del cuidado en su casa, le es difícil tomar las clases en un horario en el cual ella crea que no desatiende sus responsabilidades familiares. Posiblemente es una mujer que no tiene, en algunos casos, profesión o título, porque no pudo estudiar. Posiblemente dependa del marido, posiblemente como no sale, no tiene red de contactos, la mayoría de los círculos de poder está dominado por hombres, el mundo funciona así.

El acceso a financiamiento es una de las barreras más grandes a la hora de emprender,  porque no están hechos a medida para la realidad de las mujeres. En algunos casos le piden el título de la casa que está a nombre del marido o de los hijos, entonces no puede sacar un préstamo. Son varias situaciones que la ponen en desventaja a la hora de emprender. Hay una brecha muy grande que vamos a tardar un siglo en cerrar.

Hace un momento mencionaste el dato de 84 emprendimientos incubados. ¿De cuáles rubros son los 84 emprendimientos que se incubaron?

Hay diferentes tipos de emprendimiento como los de base tecnológica. Hay uno que trabaja con NFT en el metaverso. Trabaja con mujeres artesanas para que pongan estas artesanías y estos trabajos en los NFT, que son activos digitales no fungibles que se venden en el mercado.

Hay emprendimientos que trabajan con el tema ambiental, hay uno que se llama Evolución Línea Sólida, que fue nuestra ganadora el año pasado del programa de incubación y ganó un capital semilla. Ella recolecta latas de cerveza de aluminio, lo que hace es fundirlas y crea manillas para puertas y las vende en 40 ferreterías en El Alto. Además hace educación ambiental dentro de su comunidad. Ella es alteña, no salió de ingeniería industrial, pero ya creó su propia máquina para hacer esto. Ese es un emprendimiento que soluciona un problema ambiental.

Hay otros emprendimientos que son tradicionales. Hay una emprendedora que tiene su propia línea para hacer waffles, otra que diseña ropa para bebés y que te está en Instagram y vende estas prendas de algodón, suaves y orgánicas. Hay uno de venta de pasajes para buses a través de la web. Entonces hay una variedad de emprendimientos; hay otra que tiene una bebida probiótica que ya tiene su marca que está en Cochabamba. Hay otra que se llama Warmi Empollerada que lo que hace es trabajar con mujeres de pollera en El Alto a través de sesiones fotográficas y tours promocionando el turismo en Bolivia para empoderar a la mujer de pollera. Hay muchas ideas. Por lo general las emprendedoras tienen entre 30 y 45 años, y también hay a partir de los 50.

Si alguna mujer quiere ser parte de las capacitaciones o acceder a la incubadora, ¿cómo puede hacer el acercamiento?

Nosotras tenemos una página web que se llama ime.bo y por supuesto toda nuestras redes sociales como IME Bolivia en Facebook, Instagram, LinkedIn, pronto tendremos TikTok. Y básicamente es contactarse con nosotros en ime.bo, o conmigo o venir aquí a las oficinas que estamos en la Av. Busch y segundo anillo (Unifranz) para tener una entrevista con nosotras y poder ser parte del IME. Como te decía, poder tener una idea de negocio, tener empleo, ser emprendedora o simplemente buscar una comunidad, una red de apoyo.