Rodrigo Magariños: “Santa Cruz, epicentro de operaciones en la región vinculadas con la sostenibilidad”

En el aniversario 214 de Santa Cruz, VALORES QUE MARCAN quiere mostrar el trabajo que realizan las empresas e instituciones, en temas de sustentabilidad. Hemos conversado con algunas organizaciones que nos han mostrado las acciones que desarrollan en el departamento cruceño y que impactan de forma positiva en la sociedad.

Por ello, también tenemos la palabra de Rodrigo Magariños, Gerente de RSE del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), quien nos cuenta desde su perspectiva el avance del empresariado cruceño en programas de sostenibilidad.

“Santa Cruz desempeña un papel fundamental en la implementación de programas de sostenibilidad, destacándose no solo por su crecimiento económico, como se menciona en el libro Modelo de Desarrollo Cruceño, sino también por su capacidad de adaptación a tendencias globales, como la sostenibilidad”, dijo Magariños.

Santa Cruz es uno de los departamentos más importantes en desarrollo económico en Bolivia, ¿cuán relevante es que desde esta región del país se propongan y se realicen programas de sostenibilidad?

Es importante destacar que cada departamento de Bolivia aborda la sostenibilidad de manera diferente, adaptándose a las características y necesidades específicas de sus actividades económicas, así como a los impactos ambientales y sociales que se generan.

Aunque Santa Cruz no lidera en cantidad de empresas a nivel nacional, según datos del SEPREC y el INE, su contribución al PIB es significativa, especialmente por su producción de productos no tradicionales.

Santa Cruz desempeña un papel fundamental en la implementación de programas de sostenibilidad, destacándose no solo por su crecimiento económico, como se menciona en el libro Modelo de Desarrollo Cruceño, sino también por su capacidad de adaptación a tendencias globales, como la sostenibilidad.

La importancia de que Santa Cruz impulse estos programas radica en su capacidad para movilizar recursos e influir en otras regiones del país, convirtiéndose en un modelo replicable que contribuye al desarrollo sostenible de Bolivia. Al promover estas iniciativas, Santa Cruz no solo refuerza su propio desarrollo económico, sino que también establece un ejemplo a nivel nacional, fomentando un crecimiento más equilibrado y respetuoso con el medio ambiente y la sociedad.

Desde su experiencia de trabajo en el IBCE, ¿Cómo ha evolucionado el pensamiento empresarial en relación a los programas de sostenibilidad desde las organizaciones?

Desde mi perspectiva, se ha observado una evolución en el pensamiento empresarial con respecto a la sostenibilidad. Inicialmente, las empresas a nivel nacional se centraban en la expansión económica y la eficiencia operativa, vinculada principalmente en la satisfacción del cliente.

Sin embargo, en los últimos años, ha comenzado un creciente reconocimiento de la importancia de integrar la sostenibilidad en las estrategias empresariales. Esto se ha reflejado en la adopción de prácticas más responsables, no solo en términos ambientales, sino también en aspectos sociales y económicos, alineándose con las tendencias globales y las expectativas de los mercados internacionales.

Si bien, hace 10 años muchas empresas en Bolivia veían la sostenibilidad como un aspecto secundario, una moda o acciones filantrópicas, hoy podemos observar que las empresas reconocen que sus operaciones pueden generar impactos y tienen la responsabilidad de gestionarlos.

¿En la actualidad Santa Cruz se ha convertido en el centro de generación y realización de actividades de sostenibilidad en Bolivia? ¿Cómo se argumenta esta situación?

En Bolivia, varias regiones han tomado la iniciativa en la generación y realización de actividades de sostenibilidad, reflejando un esfuerzo conjunto hacia un desarrollo más responsable. El impulso de estas actividades varía según los sectores y la estructura económica de cada región, pero en general, se observa un creciente interés por parte de diversas áreas geográficas en adoptar prácticas sostenibles. Esta tendencia se fundamenta en la necesidad de enfrentar desafíos ambientales y sociales, así como en la oportunidad de mejorar la competitividad y la reputación empresarial.

Las empresas en general han comenzado a reconocer que la sostenibilidad no solo es una responsabilidad ética, sino también un factor clave para la competitividad y la resiliencia a largo plazo, ya que se debe gestionar claramente los aspectos de derechos humanos, derechos laborales, medio ambiente y anticorrupción.

Santa Cruz, debido a su rol como bastión económico y su capacidad para atraer inversiones ha demostrado ser un laboratorio para iniciativas sostenibles, impulsadas por su infraestructura y su enfoque en la diversificación económica. Además, la colaboración y alianzas, entre empresas e instituciones, han fortalecido este enfoque multiplicando los resultados a través de este trabajo conjunto y colaborativo.

Este dinamismo ha marcado a Santa Cruz como un epicentro debido a la cantidad de organizaciones, tanto nacionales como internacionales, que han establecido operaciones en la región y que de alguna manera desarrollan acciones vinculadas con la sostenibilidad.

Otro dato, lo obtenemos del estudio “Estado de la Situación Actual de Empresas con Actividades de Responsabilidad Social Empresarial en La Paz, Cochabamba y Santa Cruz”, realizado en 2019 por el IBCE y la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA), que tuvo la participación de 80 empresas del eje troncal, donde el 54% fueron empresas con operaciones centrales en Santa Cruz.

De igual manera, observando tan solo los 10 primeros lugares del ranking MERCO de responsabilidad ESG, podemos observar que la mayoría de las empresas mencionadas en este ranking tienen sus oficinas centrales en Santa Cruz.

Se debe considerar que una oficina central de una empresa puede estar situada en el departamento de Santa Cruz, pero esto no significa que las prácticas responsables se limiten a esta región. Estas empresas, mencionadas anteriormente, tienen un alcance nacional por lo que implementan sus buenas prácticas en todas las áreas donde operan, asegurando que sus compromisos con la sostenibilidad y la responsabilidad social se extiendan a lo largo de todo el país.

¿Cuál ha sido la experiencia del IBCE como Socio Implementador del Programa de Negocios Competitivos en Bolivia con empresas cruceñas?

A partir del 2023, Bolivia se incorporó al Programa de Negocios Competitivos del Global Reporting Initiative (GRI). Recordemos que este programa tiene como objetivo guiar a las empresas en la elaboración de su primer informe de sostenibilidad a través de talleres dirigidos por socios implementadores locales, como el IBCE. A lo largo de estos talleres, las empresas tienen la oportunidad de desarrollar su informe utilizando la última versión de la metodología GRI Standards, que es ampliamente reconocida y utilizada a nivel mundial.

En abril de este año se tuvo la visita de Lina Camargo, Manager Regional del GRI para Latinoamérica, para socializar a través de varios eventos la importancia de aplicar criterios de RSE y Sostenibilidad en las operaciones de las empresas, pero además se informó que para cerrar el proceso se debe comunicar estas acciones, y el Programa de Negocios Competitivos permite enseñar a las empresas a cómo utilizar esta metodología.

Durante estos dos años de participación de Bolivia en el Programa de Negocios Competitivos se tuvo la participación en 2023 de 23 empresas y en 2024 de 51 empresas. Esto denota el incremento de empresas que no solo tienen un compromiso con la sostenibilidad, sino también con la transparencia al informar sobre sus prácticas e impactos.

A partir de su experiencia, ¿el sector empresarial en Santa Cruz se preocupa por los temas de sostenibilidad y emprendedurismo? ¿Por qué?

En general, el sector empresarial en Bolivia ha mostrado un interés creciente en la sostenibilidad y el emprendedurismo. Este interés se debe a múltiples factores, como la necesidad de adaptarse a regulaciones internacionales, el reconocimiento de que la sostenibilidad puede impulsar la innovación y la competitividad, y una mayor conciencia sobre los desafíos ambientales y sociales.

Además, el emprendedurismo en Bolivia ha dado lugar a iniciativas que buscan no solo generar beneficios económicos, sino también tener un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente. Esto se debe al impulso que brindan ciertas organizaciones con sus programas, aceleradoras o núcleos para fortalecer las operaciones de las emergentes startups que brindan soluciones sostenibles, inclusivas e innovadoras.