El 16 de junio se celebra el Día Internacional de las Remesas, un momento clave para reflexionar sobre cómo los flujos de dinero hacia América Latina están evolucionando. Se calcula que en 2024, la región recibió un récord de USD 161 mil millones en remesas, con un crecimiento del 5% respecto al año anterior, según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID. En 2024, Bolivia recibió $us. 1.265 millones en remesas, según datos del Banco Central de Bolivia (BCB). La principal fuente de remesas es España, seguida de Estados Unidos y Chile, que en conjunto representan el 73,6% del total de remesas recibidas por el país.
Un nuevo panorama para las remesas
En las últimas semanas, un proyecto legislativo en Estados Unidos volvió a poner el tema en agenda. Se trata del megaproyecto “One Big Beautiful Bill”, impulsado por la administración de Donald Trump, que propone aplicar un impuesto del 3,5% a las remesas enviadas por migrantes no naturalizados. Aunque todavía no fue aprobada, esta iniciativa ya genera preocupación en países de Latinoamérica, donde las remesas son un pilar de la economía. De avanzar en el Congreso, la medida podría encarecer significativamente el envío de dinero desde EE.UU., afectando a millones de familias latinoamericanas y Bolivia no sería la excepción.
A la par, el vicepresidente JD Vance reafirmó el compromiso de la administración Trump con un entorno regulatorio más favorable para las criptomonedas. Vance anunció que se reemplazarán reguladores con posturas anti-cripto por otros que apoyen la innovación en el sector, y adelantó regulaciones más claras para stablecoins. “Esta postura sugiere un marco regulatorio más sólido y predecible para la segunda mitad de 2025”, analizó Fabiano Dias, Director de Negocios Internacionales de Bitwage -plataforma pionera y líder en pagos con criptomonedas-.
En ese marco, las stablecoins como USDT (Tether) o USDC, criptomonedas que mantienen paridad 1 a 1 con el dólar, aparecen como una solución más económica, rápida y transparente. Según Chainalysis, en 2024 más del 40% de todas las operaciones cripto en América Latina se hicieron con stablecoins, superando a bitcoin en volumen de transacciones.
La situación en Bolivia: exportadores, freelancers y el dólar digital
En un país con restricciones cambiarias, inflación y regulaciones constantes, las stablecoins son mucho más que una moda.
“Los freelancers y profesionales que exportan servicios ya están cobrando en stablecoins porque priorizan la privacidad, la rapidez, la liquidez y la libertad sin fronteras ni restricciones. Y son ellos quienes luego introducen a sus familiares en el uso de cripto para enviarles dinero de forma simple y sin fricciones”, explica el Director de Negocios Internacionales de Bitwage.
Mariela Baldivieso, diputada nacional y secretaria del Comité de Ciencia y Tecnología de la Asamblea Legislativa Plurinacional de Bolivia, considera que las nuevas disposiciones del Gobierno, al permitir el uso de canales e instrumentos electrónicos para la compra y venta de activos virtuales, representan un avance significativo, especialmente para aquellos que envían o reciben remesas, puedan utilizar criptomonedas como una alternativa más rápida y económica.
Según la “criptodiputada”, como también es conocida Baldivieso, las transacciones con criptoactivos en Bolivia han experimentado un crecimiento notable. “En los últimos meses, el volumen promedio mensual de comercio de criptomonedas se ha incrementado a aproximadamente 15,6 millones de dólares, lo que representa un aumento del 105% en comparación con el período anterior. Este crecimiento refleja la creciente confianza de los bolivianos en las criptomonedas como medio para enviar y recibir remesas, aprovechando sus ventajas en términos de rapidez y costos reducidos” afirma la asambleísta boliviana.
Santa Cruz se destaca como el departamento con mayor actividad en el uso de criptomonedas en Bolivia. Esto se debe a su posición como motor económico del país, con una población joven y emprendedora que busca constantemente innovar en el ámbito financiero.
Por qué las stablecoins llegaron para quedarse
El interés por las stablecoins no es solo financiero. Se trata también de una necesidad social. Migrantes que quieren ayudar a sus familias, jóvenes que trabajan para empresas del exterior, familias que reciben ayuda de sus parientes desde Europa: todos necesitan enviar y recibir dinero de forma confiable, rápida y sin que el Estado o los bancos se lleven una tajada.
Además, la experiencia de usuario es cada vez más simple: billeteras digitales, apps de stablecoins y plataformas de envío de cripto permiten operar desde un celular sin conocimientos técnicos. La instalación del primer cajero de criptomonedas en Santa Cruz por parte de la empresa BitBase también ha facilitado el acceso y uso de estos activos digitales en la región. Lo que antes era terreno de expertos, hoy es accesible para cualquiera
“Mientras los gobiernos ajustan controles y gravan los movimientos financieros, los usuarios se adelantan y adoptan soluciones tecnológicas. En Bolivia, Argentina y muchos otros países de América Latina, las stablecoins se convirtieron en el nuevo estándar para el envío de dinero”, asegura Dias.
Daniel Cartolin, Head of Business Development de Sphere -fintech que permite pagos transfronterizos rápidos y seguros usando stablecoins- agrega una mirada regional: “Las stablecoins están otorgando a América Latina una ventaja en el mercado global. Durante muchos años, mover dinero dentro y fuera de varios países de la región fue un proceso complejo y costoso. Hoy, gracias a soluciones como Sphere, un productor agrícola en Argentina puede enviar pagos de seis cifras a China con liquidación en T0 o T1, con solo unos clics. A medida que mejora la infraestructura y surgen mercados más líquidos para monedas locales en América Latina, veremos un impulso significativo en el crecimiento de diversas industrias en la región.”